Cuando un trabajador es despedido sin una razón
suficiente o motivo que lo haya originado, tiene derecho a que se le dé su
finiquito.
Por la separación forzosa de la empresa también tiene
derecho a una indemnización constitucional de 30 a 90 días, con la novedad que
solo tiene 60 días para reclamarla. Si no lo hace en este tiempo ya no podrá
hacerlo.